-"Somos sentimentales cuando concedemos a una cosa más ternura de la que Dios le otorga" (p.61).
-"Ah, Dios, si se me puede aplicar un nombre clínico, soy una especie de paranóico al revés, . Sospecho que la gente conspira para hacerme feliz" (p.69).
-"Estuve leyendo todo el día una selección del Vedanta. Los cónyuges están para servirse el uno al otro. Para elevar, ayudar , enseñar, fortalecerse el uno al otro, pero sobre todo para servir. Criar a los hijos con honor, con amor y con desapego. Un niño es en la casa un Huésped que ha de ser amado y respetado, nunca poseído, porque pertenece a Dios. Qué maravilloso, qué sano, qué bellamente difícil y por lo tanto verdadero. La alegría de la responsabilidad por primera vez en mi vida. Oppenheim ya está en la cama. Yo también debería, pero no puedo. Alguien debe quedarse levantado con el hombre feliz" (p.82).
En "Levantad carpinteros la vida maestra; Seymour: una introducción" J. D. Salinger 1977
No hay comentarios:
Publicar un comentario