sábado, 1 de julio de 2017

Salmo Cuarto: las mortajas (The cerements) W. S. Merwin

Foto por Nancy Carrick Holbert de W. S. Merwin 1969


Ella hizo para el un techo con sus manos
con la voz de él tejió
los muros para detener el viento
pintó las ventanas con sus sueños
cada una con su reino
y las puertas eran espejos diseñados
desde sus ojos
pero al abrir él se había ido

ida la visión
ido
el testigo

Ella hizo para él una jaula de deseos
él ayudó mientras pudo
proveyó largo tiempo
y seguro ayudó con las tareas más arduas

pero al abrirla

Ella hizo para él una red de acuerdos
donde él pudiera tener un sitio
como un ojo en sus venas
un universo en sus horas
lo colmó de lágrimas
con las lágrimas de ambos

pero al abrir él se había ido

ida
la petición

Ella hizo para él una caja de cierta madera dulce
que sabía que él añoraba desde su niñez
en las esquinas se alzaron columnas que ella pintó como humo
diseñó una estrella en el interior de la tapa

pero al abrirla

Ella hizo para él una cama como tienen los hados
en las palmas del recién nacido
pero allí no reposan
han resucitado

pero al abrirla él
se había ido

Crearon para él un arca de un único árbol y
sitios construidos para él dos de cada
especie

pero antes de llegar la lluvia él
se había ido
idas las leyes de las manos
ida la noche de las venas
idas las pugnas de los templos

y todos los rostros del cielo.


(versión de Jeanette L. Clariond)

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